Las bebidas y tabletas de electrolitos, que se utilizan para reponer electrolitos tras la sudoración intensa o la diarrea, pueden afectar a tu presión arterial.
Los electrolitos son minerales como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio que se cargan eléctricamente al disolverse en agua. Procedentes principalmente de alimentos y bebidas, estos electrolitos desempeñan un papel clave en muchas funciones corporales, como el equilibrio hídrico, la función nerviosa y muscular, y el equilibrio ácido-base (pH).
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Los electrolitos también desempeñan un papel fundamental en la presión arterial, contribuyendo de diferentes maneras:
- Sodio: Presente de forma natural en la sal, el sodio es crucial para regular el equilibrio hídrico. Actúa como un imán, atrayendo agua hacia las células cuando las concentraciones sanguíneas son bajas y extrayéndola cuando son altas. El consumo excesivo de sodio puede provocar retención de líquidos, lo que provoca un aumento del volumen sanguíneo junto con la presión arterial.
- Potasio: Presente de forma natural en muchas frutas, verduras y lácteos, el potasio favorece la vasodilatación, ayudando a relajar los vasos sanguíneos. De esta forma, se aumenta la circulación sanguínea y se reduce la presión arterial. El potasio contrarresta y equilibra los efectos del sodio en el organismo, ayudando a mantener una presión arterial óptima.
- Calcio: Presente de forma natural en los lácteos y otros alimentos, el calcio desempeña un papel muy importante en la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos). A medida que el calcio penetra en las células musculares lisas de las paredes de los vasos sanguíneos, este provoca su contracción, elevando la presión arterial.
- Magnesio: Derivado de diversas fuentes alimenticias, el magnesio ayuda a equilibrar los efectos del calcio al bloquear su entrada en las células musculares lisas de las paredes de los vasos sanguíneos. También estimula la liberación de óxido nítrico y prostaglandinas, ambos potentes vasodilatadores.
Fuente: Very Well Health