Las contracciones son calambres fuertes, rítmicos y regulares que se sienten como un fuerte dolor de espalda o un dolor menstrual extremo. Cuando estas contracciones son verdaderas (puede haber contracciones falsas) son las más confiables para indicar, oficialmente, el inicio del parto.

Una contracción ocurre cuando tu útero se aprieta y luego se relaja. Las contracciones verdaderas generalmente comienzan en la parte posterior de tu cuerpo y se mueven hacia el frente (las falsas inician en la parte de adelante, y si causan dolor, es muy débil). Estos movimientos abren el cuello uterino y ayudan a empujar al bebé hacia el canal de parto. Las contracciones verdaderas se acercan cada vez más en un patrón predecible y duran entre 30 y 70 segundos cada una. Se vuelven cada vez más fuertes y siguen apareciendo, independientemente de lo que hagas.

Tú y tu médico deben elaborar un plan de acción con anticipación sobre cuándo debes llamar y qué debes hacer si sospechas que estás en trabajo de parto. La mayoría de los médicos probablemente te dirán que llames cuando tengas contracciones que duren alrededor de un minuto y ocurran cada cinco minutos durante aproximadamente una hora, pero esto podría variar mucho según tu historial de salud y de embarazos anteriores.

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Las mujeres que han dado a luz antes pueden tener un trabajo de parto más rápido la segunda o tercera vez, por lo que es importante no esperar demasiado para llamar si crees que las cosas podrían ocurrir rápido. Asegúrate de discutir esto con tu médico o partera. Para cronometrar la frecuencia de las contracciones, inicia desde el comienzo de una y cuenta hasta el comienzo de la siguiente.

RECUERDA: Definitivamente debes llamar a tu médico si:

  • Tienes menos de 37 semanas de embarazo y muestras signos de trabajo de parto prematuro.
  • Se rompe tu fuente o crees estar perdiendo líquido amniótico.
  • Tienes sangrado vaginal, fiebre o dolor intenso o constante.
  • Tu bebé deja de moverse o comienza a moverse menos.
  • Tienes dolor de cabeza intenso o zumbido de oídos.

 

Vía: Health Day News