Rickettsiosis es un término utilizado para referirse a enfermedades infecciosas ocasionadas por al menos ocho especies de bacterias del género Rickettsia, y representa un enorme reto para la salud pública mexicana dado su carácter de enfermedad emergente, al que hay que sumarle la complejidad social y la dificultad para diagnosticar la condición. Es una enfermedad poco conocida y difundida en nuestro medio, provocando que sus síntomas se asocien a otras patologías y su prevalencia sea subestimada.
La rickettsiosis está fuertemente vinculada a la pobreza, el hacinamiento y las malas condiciones de higiene. No obstante, quienes van de campamento, excursión, etc. pueden adquirir la infección, motivos por los cuales no ha podido erradicarse en ningún lugar del planeta.
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Transmisión y distribución
Como ya se dijo, es causada por la bacteria Rickettsia, que se encuentra dentro de células eucarióticas y puede presentar morfología diversa. Se transmite mediante mordeduras y picaduras de artrópodos infectados (piojos, pulgas y garrapatas), que dejan sus heces sobre la piel penetrando a través de las mismas picaduras. Su ciclo de vida tiene lugar en el citoplasma de las células endoteliales (células del tejido que recubre la zona interna de todos los vasos sanguíneos, incluido el corazón).
La relación íntima de la bacteria con su hospedero le permite multiplicarse de forma muy eficiente y mantenerse a largo plazo, propiciando que su distribución geográfica sea bastante extensa.
Las enfermedades causadas por Rickettsia —además de estar ampliamente distribuidas en el mundo en focos endémicos— a menudo se presentan en brotes, y re emergen cada cierto tiempo como epidemias en las poblaciones humanas. La historia muestra como el tifo transmitido por piojos causó más muertes que todas las guerras juntas, de ahí la importancia de conocer la afección para poder prevenirla y combatirla. Todos los grupos de edad tienen riesgo de contraer la enfermedad, principalmente si viajan a zonas endémicas. Sumado a esto, la probabilidad aumenta si se practican actividades al aire libre, sobre todo en primavera y verano cuando las pulgas y piojos tienen mayor actividad.
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Síntomas, diagnóstico y tratamiento
Los síntomas aparecen una semana después de haber sufrido una picadura o mordedura del vector (el insecto que transmite de un organismo a otro la bacteria), e incluyen fiebre, vómito, náusea, dolor de cabeza severo y salpullido, considerado este último la marca característica de estas enfermedades. Generalmente, el salpullido aparece hasta el segundo o cuarto día, primero con un color rosa delicado y, después de 24 horas, es capaz de expandirse hasta el paladar.
Para el diagnóstico, actualmente existen pruebas moleculares, serológicas y tinciones histológicas, por mencionar algunas. En México el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos usa la técnica de Inmunofluorescencia indirecta, que solo requiere una muestra del suero del paciente. En nuestro país se ha detectado que las enfermedades causadas por Rickettsia presentan mayor incidencia en ciertos estados del norte de la República, pero se distribuyen a lo largo de todo el territorio nacional.
Si no se trata a tiempo, la infección puede agravarse y causar la muerte por daño a uno o más órganos, dando lugar a neumonitis, miocarditis, coagulopatía, meningoencefalitis, falla renal aguda y gangrena. Es fundamental realizar oportunamente el diagnóstico, pues el tratamiento es sencillo y a base de antibióticos, lo que en la mayoría de los casos se traduce en una rápida recuperación.
Vía: Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos – Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud
