Las caries son el principal problema de salud dental que aquejan a un gran porcentaje de la población. Estas suelen aparecer por diversos hábitos inadecuados en lo que concierne a la higiene y la alimentación, pero algunos factores externos también pueden facilitar su desarrollo, como el cloro de las albercas.
Aunque parezca algo poco probable, lo cierto es que estar demasiado expuesto al agua de albercas o piscina públicas puede aumentar el riesgo de desarrollar este problema de salud dental, advirtió un experto.
Esto se debe a que el cloro con el que desinfectan el agua de albercas y piscinas podría fácilmente dañar el esmalte dental tras una exposición prolongada, lo cual posibilita el ataque de ácidos que provoca caries en los dientes, detalló José Luis Espinoza, coordinador de la Licenciatura en Odontología del Centro de Estudios Universitarios Superiores (CEUS).
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De acuerdo con el especialista, el riesgo de sufrir erosión dental en una piscina se ve condicionado por diversos factores, entre los que se encuentran:
-El tiempo que lleva una persona practicando natación.
-La cantidad de horas que se pasan dentro de una alberca o piscina.
-La duración y frecuencia de los entrenamientos.
-La calidad del agua de la piscina.
-El tipo de sustancia utilizada para clorarla.
Recomendaciones
Para cuidar su salud dental sin intervenir su entrenamiento o su diversión, Espinoza recomendó a los nadadores y personas que disfruten de las piscinas realizar sus entrenamientos solamente en piscinas y albercas testadas con regularidad.
Asimismo, recalcó la importancia de acudir a una clínica odontológica para someterse a fluorizaciones y así tratar de reformar su esmalte, sobre todo en aquellas personas que practican natación con frecuencia.
Finalmente, reiteró la importancia de seguir con los hábitos de higiene dental básicos, como:
-No consumir alimentos con demasiada azúcar en las mañanas o por las noches.
-Cepillarse los dientes tras las comidas (dentro de los 15 minutos posteriores a la ingesta de alimentos).
Vía: Notimex
