El Wi-Fi es una tecnología inalámbrica. Se utiliza para conectar computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos a internet. De hecho, es probable que estés leyendo esta nota en un dispositivo que se encuentra conectado a Wi-Fi.

El Wi-Fi envía datos mediante radiación electromagnética, un tipo de energía. Dicha radiación crea áreas llamadas campos electromagnéticos (CEM).

Hoy en día, no existe una respuesta definitiva a esta pregunta: ¿El Wi-Fi puede causa cáncer? Esto se debe a que no hay evidencia sólida que sugiera que el Wi-Fi, o los CEM en general, ocasionen cáncer de forma directa.

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En 2011, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que los CEM podrían ser cancerígenos para los humanos. Esta clasificación fue establecida por 30 científicos que evaluaron estudios sobre CEM y cáncer.

No obstante, las investigaciones sobre CEM y cáncer son contradictorias. Por ejemplo, de acuerdo con una revisión de estudios del año 2017, los CEM de los dispositivos inalámbricos aumentan el riesgo de glioma, un tipo de tumor cerebral. Pero un estudio del 2018 descubrió que no existe una asociación clara entre los campos electromagnéticos y los tumores cerebrales.

 

Fuente: Healthline