La tiroides es la glándula con forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello. Esta produce hormonas que son de vital importancia para asegurar que muchos otros sistemas corporales funcionen correctamente.

Algunos trastornos de la tiroides están relacionados con el volumen de hormona tiroidea que produce el organismo. El hipotiroidismo (muy poca hormona) y el hipertiroidismo (demasiada hormona) son trastornos endocrinos comunes que requieren tratamiento médico. Muchos adultos también desarrollan crecimientos dentro de la tiroides, llamados nódulos, que pueden ser una fuente de cáncer de tiroides.

Prevalencia

Cada vez se reconoce más que el diagnóstico y el tratamiento oportunos de las enfermedades de la tiroides son fundamentales para el bienestar general del paciente. Tales enfermedades incluyen al cáncer de tiroides, que la Sociedad Estadounidense del Cáncer predijo que afectaría a más de 52,000 personas en 2019. De hecho, el cáncer de tiroides es el cáncer de más rápido crecimiento en Estados Unidos, y la probabilidad de que un paciente sea diagnosticado se triplicó durante las últimas tres décadas.

Aunque dicho cáncer se puede observar en pacientes de todas las edades, es más frecuente en adultos jóvenes y en mujeres.

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Signos y síntomas

Uno de los desafíos del cáncer de tiroides es su detección, pues generalmente no hay síntomas. “El cáncer de tiroides puede ser silencioso”, indica el doctor Michael Sullivan, cirujano endocrino de Hackensack Meridian Health.

No obstante, a medida que la tiroides se agranda, puede comenzar a comprimir las estructuras que la rodean. Por lo tanto, algunas personas pueden notar un bulto o hinchazón en el cuello, tener problemas para tragar o respirar, desarrollar ronquera u otros cambios en la voz, o notar una tos constante que no se debe a un resfriado.

Detección

Debido a que los síntomas pueden ser escasos, es fundamental realizarse exámenes de detección regulares con un médico de atención primaria. Un examen completo, al menos una vez al año, es tu mejor defensa para detectar una serie de problemas de salud, incluido el cáncer de tiroides, subraya Sullivan.

Debido a que el cáncer de tiroides es ocasionado por una combinación de factores genéticos y ambientales, actualmente no hay forma de prevenirlo.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health