Las manzanas contienen polifenoles, que son sustancias que poseen propiedades anticancerígenas prometedoras.

Los polifenoles son compuestos de origen vegetal que pueden prevenir la inflamación, las enfermedades cardiovasculares y las infecciones.

Algunas investigaciones sugieren que los polifenoles pueden modular ciertos procesos que pueden conducir al desarrollo del cáncer.

Un estudio del 2018 sugiere que la floretina de la manzana (un tipo de fenol natural) inhibe significativamente el crecimiento de las células de cáncer de mama sin afectar las células sanas.

Dicho polifenol inhibe una proteína llamada transportador de glucosa 2 (GLUT2), que desempeña un papel en el crecimiento celular en etapa avanzada en ciertos tipos de cáncer.

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Por su parte, las bayas son ricas en vitaminas, minerales y fibra dietética. Su contenido de antioxidantes otorga varios beneficios para la salud.

Un estudio reveló que las antocianinas, compuestos que se encuentran en las zarzamoras, reducen los biomarcadores del cáncer de colon.

Otra investigación demostró que los efectos antiinflamatorios de las moras azules pueden prevenir el crecimiento de tumores de cáncer de mama en ratones.

Asimismo, los autores de un artículo de investigación del año 2016 sugieren que las antocianinas, los flavonoides y otros antioxidantes en las bayas pueden ayudar a prevenir el cáncer o incluso revertir el proceso de cambios celulares tempranos.

También existe evidencia de que pueden ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama y los cánceres del tracto gastrointestinal.

 

Fuente: Medical News Today