Cafe-IDe acuerdo con el informe anual del Instituto de Información Científica sobre el Café (ISIC por sus siglás en inglés), publicado con motivo del Día Mundial de la Diabetes, consumir café diariamente puede reducir hasta en un 25 por ciento el riesgo de que una persona desarrolle esta enfermedad crónica en su tipo 2.

El ISIC es una organización sin fines de lucro que se fundó en 1990, y se ha dedicado al estudio y divulgación de la ciencia relacionada con el café y el papel de éste en la salud.

El primer estudio de este tipo se realizó en el año 2002 y fue publicado en la revista The Lancet, sugiriendo que el consumo alto de café (4-6 o más tazas diarias) en personas no diabéticas disminuía el riesgo de que éstas se convirtieran en insulino-dependientes en los años subsecuentes. La investigación comprendió a 17,111 personas de entre 30 y 60 años y se tuvieron en cuenta factores como el índice de masa corporal, actividad física y consumo de alcohol. Una revisión realizada con 450 mil pacientes en el año 2009 reflejó algo parecido, pues por cada taza de café consumida diariamente el riesgo de diabetes descendía un 7 por ciento. Lo intrigante fue que datos similares también se obtuvieron realizando otros estudios con bebedores de café descafeinado.

Un metaanálisis reciente ha sugerido que el consumir tanto café con cafeína como descafeinado genera una menor probabilidad de padecer diabetes tipo 2. Con esto, también se cree que el tipo de café podría tener relación en la disminución de la tasa de incidencia de la enfermedad, pues el café filtrado brinda un mayor efecto protector que el hervido, y el descafeinado es más efectivo que el que posee cafeína.

El documento publicado por el Instituto se ha basado en ésta y más evidencias epidemiológicas, demostrando que beber tres o cuatro tazas de café al día reduce significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con no ingerir café o tomar menos de dos tazas por día. También sugiere una asociación inversamente proporcional y favorable, pues cada taza adicional de café disminuye el riesgo relativo de desarrollar la enfermedad entre un 7 y 8 por ciento. Sin embargo, los autores creen que la cafeína no figura como la sustancia responsable de este beneficio.

En todo caso, es importante recordar que el automonitoreo de la glucosa en la sangre, con un medidor casero confiable, es la mejor (y casi única) manera de evaluar el efecto del café o de otro alimento sobre el control glucémico.

Actualmente, son más de 380 millones las personas que sufren diabetes en todo el mundo, generando una carga económica de 548 millones de dólares, situándolo como uno de los problemas de salud global más importantes que existen en el mundo moderno.

 

Vía: Infosalus.