Los padres de los niños con autismo suelen preguntarse si son los culpables de que su hijo(a) haya sido diagnosticado(a) con el trastorno. Si detectas signos de autismo en un bebé que se encuentra bajo tu cuidado, tal vez estés cuestionando tus decisiones o culpándote por las notables diferencias en el desarrollo de tu pequeño(a).

También puedes sentirte presionado(a) para tomar todas las decisiones correctas cuando hables con los profesionales de la salud que hayan diagnosticado a tu niño(a), sobre todo si fue un diagnóstico temprano. Tales pensamientos y sentimientos son muy comunes, pero recuerda, el autismo no es culpa de nadie.

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Con base en la información anterior y si este es tu caso, pueden resultarte útiles los siguientes consejos:

  • Conecta con otros padres que tengan niños con autismo a través de grupos de apoyo.
  • Busca un poco de entrenamiento adicional en trastornos del espectro autista (TEA), ya que puede reducir tu estrés.
  • Infórmate bien sobre los recursos disponibles en tu localidad para abordar los TEA.
  • Aprende sobre técnicas de manejo del estrés, incluyendo la atención plena, la relajación muscular progresiva y la escritura expresiva.
  • Trabaja con un terapeuta o consejero familiar para procesar tus sentimientos y para que desarrolles habilidades de afrontamiento.

 

Fuente: Healthline