Los niños con autismo tienen más probabilidades de tener ciertas condiciones médicas específicas. Tales condiciones médicas coexistentes incluyen las siguientes:

  1. Las personas con autismo suelen tener problemas para dormir. Muchos niños con trastorno de espectro autista (TEA) tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos. Los adultos con TEA suelen tener problemas similares.
  2. Los niños con autismo experimentan diferencias con las habilidades motoras gruesas y finas; por ejemplo, pueden tener problemas para utilizar cubiertos o tijeras. Es posible que tengan problemas para trepar, saltar o realizar otras actividades físicas básicas.
  3. Los niños con autismo tienen más probabilidades de que se les diagnostiquen trastornos convulsivos.
  4. Muchos niños con autismo experimentan problemas gastrointestinales (GI) como estreñimiento, diarrea y/o vómitos.
  5. Las personas con autismo, sin importar la edad, poseen más probabilidades de experimentar problemas de salud mental o de desarrollo, como ansiedad social, ansiedad generalizada, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), depresión o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

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RECUERDA: Ningún rasgo de autismo define por sí solo el diagnóstico y cada niño con TEA es distinto. No existen pruebas médicas que puedan indicar si un menor tiene autismo y no existen reglas estrictas y rápidas para diagnosticarlo.

 

Fuente: Very Well Health