La aspirina es considerada un medicamento maravilloso. Y es fácil ver por qué.

Es económico, sus efectos secundarios son bien conocidos y generalmente menores. Y desde que se desarrolló en la década de 1890, se ha demostrado que brinda una serie de beneficios potenciales, como aliviar el dolor, bajar la fiebre y prevenir ataques cardíacos y eventos cerebrovasculares. Durante los últimos 20 años, la lista de los posibles beneficios de la aspirina ha ido en aumento, y podría incrementarse todavía más. ¿Sabías que la aspirina puede reducir el riesgo de varios tipos de cáncer?

Estudios sobre aspirina y cáncer

Varios estudios sugieren que la aspirina puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluidos los que involucran a los siguientes órganos:

  • Colon
  • Ovarios
  • Hígado
  • Próstata

La evidencia de que la aspirina puede reducir el riesgo de cáncer de colon es tan fuerte que las pautas recomiendan el uso diario del medicamento para ciertos grupos de personas, a fin de prevenir la enfermedad. Esto incluye a los adultos de entre 50 y 59 años con factores de riesgo cardiovascular y a aquellos con una tendencia hereditaria a desarrollar pólipos y cáncer en el colon.

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¿Pero qué se sabe respecto al cáncer de mama? Varios estudios concretados en los últimos años sugieren que el cáncer de mama debería incluirse en dicha lista.

Cabe mencionar que tales trabajos no examinaron por qué o cómo la aspirina podría reducir el riesgo de cáncer de mama. Así que realmente no se sabe cómo podría funcionar.

En estudios con animales sobre este cáncer, la aspirina ha demostrado propiedades antitumorales, incluyendo la inhibición de la división de las células tumorales y el deterioro del crecimiento de células precancerosas. En humanos, los investigadores han observado un efecto antiestrógeno de la aspirina. Esto podría ser importante, pues el estrógeno estimula el crecimiento de algunos cánceres de mama. También es posible que la aspirina inhiba la formación de nuevos vasos sanguíneos que los cánceres de mama requieren para crecer. Y la genética particular de las células tumorales puede ser importante, ya que la capacidad de la aspirina para suprimir el crecimiento de las células cancerosas parece ser mayor en los tumores con ciertas mutaciones.

Es demasiado pronto para sugerir que las mujeres deben tomar aspirina para prevenir el cáncer de mama. Estudios como estos pueden mostrar un vínculo entre tomar un medicamento (como aspirina en dosis baja) y el riesgo de una afección en particular (como el cáncer de mama), pero no pueden probar que la aspirina en realidad provocó la reducción del riesgo de la afección. Entonces, es necesario un ensayo clínico adecuado, uno que compare las tasas de cáncer de mama entre las mujeres asignadas al azar para recibir aspirina o placebo, para así determinar si el tratamiento con aspirina reduce el riesgo de cáncer de mama.

 

Vía: Harvard Medical School