Las tormentas invernales y las temperaturas frías pueden ser peligrosas para la salud. Por ello, es sumamente importante mantenerse sano y planear con anticipación tanto la alimentación, como los métodos de activación física.

Aunque la llegada del invierno no es ninguna sorpresa, muchos de nosotros no estamos preparados. En estos casos, el frío excesivo puede conducir a un sistema inmune débil, así como a sufrir estrés, agotamiento, tos persistente y resfriados.

De acuerdo con Charlotte Haigh, especialista en temas de salud y autora del libro “100 maneras de potenciar tus defensas”, es fundamental comenzar con la alimentación. Incluye en tu dieta los siguientes nutrientes.

1. Vitamina A. Previene infecciones. Hígado, verduras verdes y lácteos.

2. Vitamina C. Contribuye —gracias a su aporte de colágeno— a fortalecer las paredes celulares que evitan el avance de las infecciones bacterianas o virales. Frutas cítricas (kiwi, limón, lima, naranja y toronja) y algunas verduras (ajo, perejil, brócoli y lechugas).

3. Vitamina E. Mantiene el sistema inmune saludable durante épocas de estrés y enfermedades virales, produciendo células que defienden el organismo. Granos enteros, aceite de oliva, frutos secos y algunas verduras de hoja verde (espinaca, brócoli y espárragos).

4. Hierro. Es un mineral esencial para la formación de las células sanguíneas, al producir dos proteínas que transportan el oxígeno: hemoglobina y mioglobina. Carnes magras, pescados y mariscos, algunos cereales, vegetales verdes, frijoles, habas, fresas, tomates, lentejas, toronja, semillas de sésamo y jugos enriquecidos con vitamina C.

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No olvides abrigarte muy bien y evitar lugares concurridos en los que puedas adquirir una enfermedad respiratoria. Bebe muchos líquidos y visita a un médico en caso de malestares respiratorios.

 

Vía: Hola Doctor