El yogur no sólo es un alimento versátil, también es una fuente rica en bacterias vivas que benefician la salud intestinal. Esta propiedad lo convierte en un aliado importante para cuidar la microbiota intestinal, un ecosistema de microorganismos que influye en diversos aspectos del cuerpo.

¿Por qué es tan beneficioso?

El yogur natural contiene probióticos vivos, como Lactobacillus y Bifidobacterium, que ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal. Estos microorganismos mejoran la digestión, ayudan a combatir bacterias dañinas y favorecen la absorción de nutrientes.

Impacto en la salud general

Una microbiota saludable se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2, depresión e incluso enfermedades autoinmunes. Por ello, consumir yogur regularmente puede tener efectos positivos más allá del sistema digestivo.

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¿Qué tipo de yogur elegir?

Para aprovechar estos beneficios, es importante elegir una opción natural sin azúcar añadido, preferentemente con cultivos vivos. Los yogures saborizados o azucarados pueden contener ingredientes que alteran el equilibrio intestinal.

Así que ya lo sabes, incluir yogur en tu dieta diaria es una forma sencilla y sabrosa de favorecer el bienestar digestivo y general, siempre que se opte por opciones naturales y se combine con una alimentación rica en fibra y baja en ultraprocesados.

 

Fuente: National Institutes of Health