La avena es uno de los alimentos más completos y versátiles que puedes incluir en el desayuno. Rica en fibra, vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes, la avena es una excelente forma de comenzar el día con energía sostenida y beneficios para la salud a largo plazo.

1. Fuente de energía de liberación lenta

La avena contiene carbohidratos complejos que liberan energía de forma gradual, lo que ayuda a mantener la glucosa estable en sangre y evita los picos de hambre. Esto la convierte en un alimento ideal para mantener la concentración y el rendimiento físico durante la mañana.

2. Rica en fibra soluble

Una de sus principales ventajas es su alto contenido en beta-glucanos, un tipo de fibra soluble que contribuye a:

  • Reducir los niveles de colesterol LDL («malo»).
  • Mejorar la digestión.
  • Prolongar la sensación de saciedad.

Incluir avena en el desayuno puede ayudarte a controlar el apetito y mantener una dieta más equilibrada durante el día.

Conoce más: ¿Cuál es el papel de la fibra en el control de la diabetes?

3. Apoya la salud intestinal

La fibra presente en la avena favorece el tránsito intestinal y sirve como alimento para las bacterias benéficas del intestino. Esto fortalece la microbiota intestinal, que juega un papel clave en la salud digestiva y el sistema inmunológico.

4. Versátil y accesible

La avena es un alimento económico, fácil de preparar y que se puede combinar con frutas, semillas, leche, yogur o bebidas vegetales. Esta versatilidad permite adaptarla a distintos gustos y necesidades nutricionales sin complicaciones.

Incluir avena en el desayuno es una manera sencilla y efectiva de mejorar tu alimentación diaria, al aportar nutrientes clave y favorecer una digestión saludable desde las primeras horas del día. Aprovecha sus beneficios y cuídate.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health