Ya llegó la temporada de calabaza y puedes incorporarla a tu dieta de varias maneras. Pero tal vez tengas la siguiente duda: ¿Se puede comer la calabaza cruda? En resumen, es seguro si la lavas primero.

No existe razón para no probar la calabaza cruda.

Según los especialistas, la calabaza cruda es segura para comer y ofrece un perfil nutricional ligeramente distinto al de su contraparte cocida.

No hay toxinas naturales en la pulpa que requieran cocción, aunque la mayoría de las personas la encuentran más agradable y digerible una vez ablandada.

Cabe señalar que la principal preocupación con las calabazas crudas es la posible contaminación superficial. Cocinarlas añade una capa adicional de seguridad, pero no es necesaria desde el punto de vista de la toxicidad.

Conoce más: Calabazas y okra, vegetales de otoño que no deben faltar en tu dieta

Por otra parte, si notas que el sabor es particularmente amargo, no deberías comer más.

Es muy poco común, pero existe una afección llamada síndrome de la calabaza tóxica que puede ocurrir cuando se consume un alto nivel de cucurbitacinas.

Las cucurbitacinas son compuestos que se encuentran en esta y otras calabazas. Tales compuestos son muy amargos, así que si al consumir estos alimentos tienen un sabor especialmente amargo, es una buena señal para dejar de comer y desecharlos.

 

Fuente: Very Well Health