La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino y desempeñan un papel clave en la digestión, la absorción de nutrientes y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Una microbiota diversa está asociada con una mejor salud general, mientras que una pobre variedad de bacterias puede aumentar el riesgo de enfermedades.

Alimentos efectivos

  1. Yogur y kéfir. Estos alimentos fermentados aportan probióticos, bacterias vivas beneficiosas que ayudan a equilibrar la microbiota. El kéfir, además, contiene una mayor variedad de cepas bacterianas y levaduras, lo que puede enriquecer la diversidad intestinal.
  2. Legumbres. Frijoles, lentejas y garbanzos son ricos en fibra y almidón resistente, que actúan como prebióticos, es decir, el alimento que nutre a las bacterias saludables del intestino. Incorporarlas regularmente en la dieta ayuda a fortalecer este ecosistema.
  3. Frutas y verduras variadas. Consumir diferentes tipos y colores de frutas y verduras garantiza un aporte diverso de fibras y compuestos antioxidantes. Ejemplos como plátano, manzana, espinaca, brócoli y zanahoria fomentan la presencia de bacterias beneficiosas.
  4. Alimentos integrales. El arroz integral, la avena, la quinoa y el pan integral contienen fibra insoluble y otros compuestos que estimulan la actividad microbiana. Sustituir granos refinados por integrales es un paso clave para mejorar la salud intestinal.
  5. Alimentos fermentados vegetales. Opciones como el chucrut, el kimchi o los pepinillos fermentados aportan probióticos y compuestos bioactivos que favorecen la diversidad bacteriana. Se recomienda que sean fermentados de forma natural y no en vinagre para conservar sus beneficios.

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Mantener una alimentación variada y rica en fibra, junto con la inclusión regular de alimentos fermentados, es fundamental para preservar una microbiota diversa y funcional, lo que repercute en una mejor digestión y mayor protección frente a enfermedades.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health