Comer demasiado rápido es terminar una comida en menos de 10 a 15 minutos, a menudo sin masticar bien ni notar las señales de saciedad del cuerpo. Esto puede provocar comer en exceso, molestias digestivas y aumentar de peso. Con el tiempo, puedes incrementar tu riesgo de padecer afecciones como diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
Conoce más: Comer despacio: cómo influye en tu digestión y saciedad
Por ello, a continuación te mencionamos los beneficios de comer más despacio:
- Mejor digestión: Reduce la hinchazón, los gases, la acidez y la gastritis.
- Mejor equilibrio hormonal: Masticar más aumenta el GLP-1 (hormona de la saciedad) y reduce la grelina (hormona del hambre).
- Mejor control del azúcar en sangre: Tomarse el tiempo necesario puede ayudar a prevenir picos de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de resistencia a la insulina, que ocasiona niveles elevados de azúcar sanguínea.
- Mayor saciedad y menos tentempiés: Las personas que comen despacio se mantienen saciadas hasta tres horas y comen aproximadamente un 25% menos tentempiés después.
- Menor riesgo de aumento de peso: Comer despacio generalmente significa consumir menos calorías, lo que reduce el riesgo de aumento de peso.
- Comidas más placenteras: Comer más despacio te da tiempo para saborear cada bocado y estar más presente mientras comes.
- Menor riesgo de atragantamiento: Masticar bien y comer bocados pequeños ayuda a prevenir el atragantamiento, especialmente en niños y adultos mayores.
- Señales de apetito más fuertes: Tu cerebro tarda unos 20 minutos en registrar la saciedad. Comer más despacio te ayuda a estar más consciente de las señales de saciedad.
Fuente: Very Well Health