No hay mucha ciencia que explique el antojo de beber leche, pero existen razones sociales y físicas por las que podrías experimentarlo. Para muchas personas, la leche es una bebida favorita desde la infancia, y muchas más creen que la leche y las galletas (o cualquier postre) son una combinación perfecta en el mundo culinario.
Por ello, a continuación te mencionamos algunas razones que explican ese antojo de beber leche:
1. Tienes sed
La leche se compone principalmente de agua; de hecho, la leche entera está compuesta por un 87% de agua, por lo que es una excelente manera de saciar la sed.
Un vaso de agua también debería calmar este antojo, pero la leche también aporta electrolitos (minerales con carga ácida, como sodio, potasio y calcio) que ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, a diferencia del agua simple.
2. Sientes nostalgia
Para muchas personas, la leche está fuertemente asociada con la infancia. En general, los niños consumen más leche que los adultos, y su consumo tiende a disminuir con la edad.
También podrías asociar la leche con ciertas comidas, como los cereales, y ser más propenso(a) a desearlas.
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3. Comiste algo picante
Tal vez sientas antojo de leche después de comer algo picante. Varios estudios han demostrado que la grasa y las proteínas de la leche pueden ayudar a aliviar la sensación de ardor causada por alimentos picantes, como los chiles. La buena noticia es que las leches alternativas, como la de soya, también pueden ayudar a reducir la sensación de ardor, sobre todo si contienen proteínas.
4. Estás comiendo un postre
La leche y las galletas son una combinación muy popular, a la altura de la mantequilla de cacahuate y la mermelada. Incluso puede que haya una explicación científica de por qué la leche combina tan bien con las galletas o con cualquier postre graso y con sabor a chocolate.
Las proteínas de la leche son excelentes emulsionantes: sustancias que permiten que otras sustancias se mezclen fácilmente. Las proteínas de la leche pueden ayudar a suavizar el chocolate y otras grasas, lo que explicaría por qué se te antoja beber leche cuando te das un capricho dulce.
5. Tienes hambre
La leche es una excelente fuente de alimento equilibrado, ya que aporta proteínas, grasas y carbohidratos en una buena proporción. Una taza de leche entera contiene 8 gramos de proteínas, casi 8 gramos de grasa y 12 gramos de carbohidratos totales, todos ellos un combustible importante para el cuerpo.
Asimismo, es una gran fuente de vitaminas y minerales, como calcio y vitaminas B, D y A. Cuando se te antoja la leche, es posible que solo requieras de una buena comida.
Fuente: Very Well Health