La alimentación intuitiva aporta un marco para un estilo de vida emocional y físicamente saludable, al pedir a las personas que escuchen a sus cuerpos cuando tomen decisiones sobre qué y cuánto comer. Aunque la alimentación intuitiva se basa en la toma de decisiones personales sobre la comida, es un poco más compleja que comer lo que se quiera.
La alimentación intuitiva también promueve la aceptación de la diversidad corporal, comiendo según las señales del cuerpo y dejando de lado las de la cultura dietética. Asimismo, promueve la actividad física por placer en lugar de la práctica de esta con el objetivo de perder peso.
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Aquí te dejamos algunas pautas para lograr una alimentación intuitiva:
- Rompe con las dietas, entendiendo que años de seguir la cultura dietética requieren tiempo para corregirse. Esto significa no contar calorías ni alimentos prohibidos. También significa que tienes permiso para comer lo que quieras, pero estando consciente de aquello que es saludable y aquello que no.
- Come cuando tengas hambre y deja de comer cuando estés lleno(a). Confía en tu cuerpo y en las señales que te envía en lugar de depender de señales externas, como el recuento de calorías, para que te digan que dejes de comer.
- Come para sentirte satisfecho(a). Valora el buen sabor de la comida en lugar de que sea baja en calorías o carbohidratos. Honra tus emociones. Si has usado la comida para encubrir, suprimir o aliviar emociones difíciles, es hora de dejar entrar la incomodidad de esas emociones y concentrarte en usar la comida para su propósito original: nutrición y satisfacción.
- Muévete porque te hace sentir bien y te brinda alegría, no como una fórmula para quemar calorías o compensar por comer alimentos ricos en calorías.
- Sigue con cuidado las pautas básicas de nutrición, como comer más verduras y cereales integrales.
Fuente: Healthline