Los usuarios de metanfetaminas poseen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud física y mental, así como otros trastornos por uso de sustancias, así lo informó una nueva investigación publicada en la revista Journal of General Internal Medicine.

La metanfetamina es una droga estimulante ilegal y altamente adictiva que puede dañar órganos como el corazón, los pulmones, el hígado y el sistema neurológico, y su inyección puede aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas, señalaron los investigadores.

El análisis incluyó datos de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de Estados Unidos, obtenidos entre 2015 y 2019, y descubrió que los consumidores de metanfetaminas tenían casi el doble de probabilidades que los no consumidores de tener dos o más afecciones médicas crónicas. Además, mostraron más de tres veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad mental y más de cuatro veces más probabilidades de sufrir un trastorno por uso de sustancias que involucrara drogas como heroína, estimulantes recetados, opioides recetados, cocaína y sedantes.

Según el estudio, muchos consumidores de metanfetamina padecen una combinación de problemas médicos, mentales y de uso de sustancias, incluidos los tres al mismo tiempo.

El trabajo también encontró que los consumidores de metanfetaminas tenían tasas más altas de enfermedad hepática (hepatitis o cirrosis), enfermedad pulmonar (enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma) y VIH/SIDA que los no consumidores.

Conoce más: 6 problemas que puede causar el abuso de drogas en las familias

«Nuestros resultados ciertamente no sugieren que el uso de metanfetamina cause la mayoría de estas afecciones, pero pueden advertirles a los médicos que esta población está en riesgo», comentó Joseph Palamar, investigador en el Centro para el Uso de Drogas e Investigación sobre el VIH/VHC (CDUHR) de la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de Nueva York (NYU).

Palamar resaltó que se requieren más estudios para saber cómo la dosis y la frecuencia de uso se relacionan con estas afecciones, por ejemplo, el uso ocasional en una salida nocturna versus el uso crónico que puede provocar una serie de efectos adversos en el cuerpo.

«También confirmamos el vínculo bien conocido entre el uso de metanfetamina y el VIH, que puede resultar del uso de drogas inyectables o de la transmisión sexual, pero se necesita más investigación para determinar hasta qué punto el uso de metanfetaminas aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido a los efectos potenciadores de la libido por la droga», añadió Palamar.

Por su parte, el doctor Benjamin Han, coautor del estudio e investigador clínico de la Universidad de California en San Diego y del CDUHR, explicó que el uso de metanfetaminas añade complejidad al ya difícil cuidado de los adultos con múltiples afecciones crónicas.

«Las intervenciones integradas que puedan abordar las múltiples condiciones que experimentan estas personas, junto con los riesgos sociales asociados, son necesarias para esta población», agregó Han.

Si tienes más dudas sobre el uso de anfetaminas y sus riesgos para la salud, consulta a un profesional de la salud especialista en adicciones.

 

Fuente: Health Day News