Aproximadamente, una de cada cinco personas de la tercera edad lucha con algún tipo de abuso de sustancias, pero aquellas que generan la adicción en sí (medicamentos recetados y alcohol) son perfectamente legales. Sin embargo, esto no hace que las adicciones resulten menos devastadoras para los adultos mayores y sus familias.

El uso excesivo de sustancias por parte de las personas mayores puede provocar depresión, cambios dramáticos de personalidad, pérdida de memoria, desnutrición, caídas, varias formas de cáncer, enfermedades cardíacas y muerte prematura. Si perteneces a este grupo de edad y no puedes pasar un día sin consumir alcohol o un medicamento recetado, no entres en pánico: llama a tu médico y pídele ayuda. Asimismo, el alcohol y el tabaco ocasionan la mayor cantidad de enfermedades y muertes entre todas las sustancias adictivas, legales o ilegales, según lo indica la Sociedad para el Estudio de la Adicción.

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¿Cómo saber si estás en riesgo?

Según un informe de la revista Journal of the American Geriatric Society, los adultos mayores pueden ser especialmente propensos a desarrollar una adicción al alcohol o a los medicamentos recetados si sufren depresión, soledad, aburrimiento, estrés o dolor crónico.

Un historial de abuso de sustancias claramente aumenta el riesgo, pero incluso una persona mayor con un pasado impecable puede sucumbir repentinamente a una nueva adicción. En una encuesta concretada por la Clínica Mayo, de 100 pacientes de la tercera edad que abusaron de medicamentos recetados, 35 comenzaron su dependencia a los 60 años o más.

Usualmente, las sustancias que generan abuso son las que se recetan para aliviar el dolor, pero si el paciente desarrolla una adicción, los medicamentos se vuelven parte del problema general.

 

Fuente: Health Day