La nicotina es la sustancia química del tabaco que mantiene a una persona fumando. De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, la nicotina llega al cerebro a los pocos segundos de darle una fumada a un cigarro. Una vez ahí, la nicotina aumenta la liberación de sustancias químicas cerebrales llamadas neurotransmisores, las cuales permiten regular el estado de ánimo y el comportamiento.

Uno de estos neurotransmisores, la dopamina, se libera en el centro de recompensa del cerebro y provoca sensaciones de placer, mejorando en consecuencia el estado de ánimo.

Por lo anterior, cuanto más fumes, más nicotina necesitarás para sentirte bien. Dicha sustancia se convertirá rápidamente en parte de tu rutina diaria y se mezclará a fondo con tus hábitos y sentimientos.

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Las situaciones comunes que desencadenan la necesidad de fumar incluyen las siguientes:

  1. Beber café o tomar descansos en el trabajo
  2. Hablar por teléfono
  3. Beber alcohol
  4. Conducir un auto
  5. Pasar el rato con amigos

Para superar tu dependencia de la nicotina, debes estar al tanto de tus factores desencadenantes, así como elaborar un plan para lidiar con ellos. Acércate a un profesional de la salud para que juntos elaboren dicho plan.

 

Fuente: Mayo Clinic