La nicotina es la sustancia química del tabaco que hace difícil dejar de fumar. Ésta produce efectos placenteros en el cerebro, mismos que son temporales y adictivos.

Cuanto más fumas, más nicotina necesitas para sentirte bien. Cuando tratas de detenerte, experimentas cambios mentales y físicos desagradables. Para algunas personas, el consumo de cualquier cantidad de tabaco puede llevar rápidamente a la adicción. Algunas señales de que puedes ser adicto son:

  1. No puedes dejar de fumar. Has hecho uno o más intentos serios, pero no lo has logrado.
  2. Tienes síntomas de abstinencia cuando tratas de dejar de fumar. Tus intentos por detenerte han causado síntomas físicos y relacionados con el estado de ánimo, como fuertes antojos, ansiedad, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrarte, estado de ánimo deprimido, frustración, ira, aumento del hambre, insomnio, estreñimiento o diarrea.
  3. Sigues fumando a pesar de los problemas de salud. Aunque hayas desarrollado problemas de salud con tus pulmones o tu corazón, no has sido capaz de parar.

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¿Qué puedes hacer para abandonar el tabaquismo?

La mayoría de los fumadores hacen muchos intentos para dejar de fumar antes de lograr una abstinencia estable y a largo plazo. Considera que tienes más probabilidades de dejar de fumar para siempre si sigues un plan de tratamiento que incluya los aspectos físicos y de comportamiento de la adicción a la nicotina.

Te recomendamos trabajar con un consejero capacitado para ayudar a las personas a dejar de fumar. Si quieres aumentar significativamente tus posibilidades de éxito, también puedes usar medicamentos.

Infórmate y acércate a un equipo de atención médica para que te ayude a desarrollar un plan de tratamiento que funcione para ti.

 

Fuente: Mayo clinic