Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recientemente ampliaron la lista de afecciones que ponen a las personas en riesgo de contraer la forma grave de COVID-19.

La agencia dijo que los adultos mayores y las personas con afecciones médicas subyacentes siguen teniendo el mayor riesgo de enfermedad grave, pero también definió los riesgos relacionados con la edad y la salud después de una revisión detallada de la evidencia actualmente disponible.

«Comprender quién está en mayor riesgo de enfermedad grave ayuda a las personas a tomar las mejores decisiones para sí mismas, sus familias y sus comunidades», aseguró el doctor Robert Redfield, director de los CDC.

«Aunque todos corremos el riesgo de contraer COVID-19, debemos estar conscientes de quién es susceptible a desarrollar complicaciones graves, a fin de que tomemos las medidas adecuadas para proteger su salud y bienestar», subrayó Redfield.

Anteriormente, los CDC establecieron que los adultos mayores de 65 años tenían un mayor riesgo de enfermedad grave, pero ahora indican que el riesgo entre los adultos aumenta constantemente con la edad, y no se limita a los mayores de 65 años.

La lista de afecciones médicas subyacentes que aumentan el riesgo de enfermedad grave por COVID-19 se ha ampliado, y ahora incluye a las siguientes:

  • Enfermedad renal crónica.
  • EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
  • Obesidad.
  • Sistema inmunitario debilitado por trasplante de órganos sólidos.
  • Afecciones cardíacas graves como insuficiencia cardíaca, enfermedad de las arterias coronarias o miocardiopatía.
  • Anemia drepanocítica.
  • Diabetes tipo 2.

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Los cambios significan que hay más personas en alto riesgo de contraer la forma grave de COVID-19. Por ejemplo, en Estados Unidos, alrededor del 60% de los adultos tienen al menos una afección médica crónica, y cerca del 40% de los adultos padece obesidad.

Mientras más afecciones de salud subyacentes tengan las personas, mayor será su riesgo, advirtieron los CDC.

Otras condiciones que podrían incrementar el riesgo y se agregaron a la lista incluyen: asma; hipertensión; condiciones neurológicas tales como demencia; enfermedad cerebrovascular como infarto cerebral; y embarazo.

Cabe destacar que en un estudio publicado hoy en el Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC, se encontró que las mujeres embarazadas con COVID-19 tenían muchas más probabilidades de ser hospitalizadas, ingresadas en cuidados intensivos y de requerir ventilación mecánica, en comparación con las mujeres que no estaban embarazadas.

Sin embargo, las mujeres embarazadas no mostraron mayor riesgo de muerte por COVID-19.

Conforme vayamos regresando a la «nueva normalidad», las personas que corren un mayor riesgo de contraer la forma grave de COVID-19 deben comprender los riesgos asociados con sus actividades diarias y tomar decisiones informadas sobre cuáles reanudar y qué nivel de riesgo aceptarán, aconsejaron los CDC.

«Todos deberían continuar haciendo su parte para implementar estrategias de prevención, tales como enfocarse en actividades donde se pueda mantener el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia, limitar el contacto y desinfectar superficies comúnmente tocadas o elementos compartidos, y usar una cubrebocas o máscara facial para cuando estén rodeados de personas con las que no viven, especialmente si es difícil mantenerse a 2 metros de distancia o se encuentran en espacios interioresn», recomendaron los CDC.

«Al seguir estos pasos, ayudarás a protegerte a ti mismo, a tus seres queridos y a los que te rodean, incluidos los más vulnerables a las enfermedades graves», finalizó la agencia.

 

Vía: Health Day News