Mantenerse físicamente activo es esencial para la salud en todas las etapas de la vida, y en el caso de personas mayores o con movilidad limitada, realizar rutinas suaves y adaptadas es clave para conservar la fuerza, la flexibilidad y la independencia.

Aunque el ejercicio intenso no siempre es posible, la actividad física moderada y constante ayuda a mejorar la circulación, fortalecer músculos y articulaciones, reducir el riesgo de caídas y favorecer el bienestar emocional.

¡Sigue estos consejos!

Uno de los ejercicios más accesibles son los estiramientos, que pueden realizarse sentado o de pie y que contribuyen a mantener la amplitud de movimiento y prevenir la rigidez articular. Las caminatas cortas y a paso lento, ya sea en casa, en un jardín o en un parque cercano, fortalecen el sistema cardiovascular y promueven la movilidad sin exigir un esfuerzo excesivo.

Las actividades acuáticas, como caminar dentro de una piscina poco profunda o realizar ejercicios guiados, son especialmente útiles, ya que el agua reduce el impacto sobre las articulaciones y brinda soporte, permitiendo trabajar la fuerza muscular de manera segura. Otra opción son los ejercicios con bandas elásticas de baja resistencia, que ayudan a mantener la fuerza de brazos y piernas con un riesgo mínimo.

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También es importante incluir prácticas de respiración profunda y controlada, que no sólo mejoran la oxigenación y la capacidad pulmonar, sino que generan una sensación de calma y bienestar. Estas rutinas pueden combinarse con ejercicios de equilibrio, como mantenerse de pie sujetándose de una superficie estable o realizar movimientos suaves de un pie al otro.

Para garantizar la seguridad, es fundamental que el espacio esté bien iluminado, libre de obstáculos y que se utilice calzado cómodo y antideslizante. Antes de iniciar cualquier actividad, lo más recomendable es consultar con un médico o fisioterapeuta para adaptar los movimientos a las condiciones específicas de cada persona.

Incorporar este tipo de ejercicios de manera regular puede marcar una gran diferencia, ayudando no sólo a conservar la salud física, sino también a fortalecer la autoestima y mantener la autonomía por más tiempo.

 

Fuente: Mayo Clinic