Desarrollar el hábito de correr tendrá un impacto generalizado sobre tu cuerpo, a menudo de formas inesperadas.

Por ello, aunque correr es una de las formas de ejercicio más beneficiosas, si no realizas otro tipo de actividad física, te arriesgas a sufrir desequilibrios musculares y posibles lesiones.

Levantar pesas es una de las mejores opciones, ya que fortalece los huesos de la parte superior del cuerpo y mejora tu postura, equilibrio y tu físico en general.

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Fortalecer las piernas con ejercicios inestables o de una sola pierna, como zancadas o sentadillas a una pierna, también puede ayudar a fortalecer los músculos estabilizadores de las caderas y a compensar cualquier desequilibrio muscular.

Participar en una actividad de bajo impacto o sin impacto, como yoga, ciclismo en interiores (bicicleta fija) o natación, puede ayudarte a mantener un buen nivel de condición física y, al mismo tiempo, darle un descanso a tus huesos y articulaciones del impacto de correr.

 

Fuente: Healthline