Puedes aumentar tu resistencia o «stamina» (capacidad de sostener un esfuerzo físico o mental durante un período prolongado sin agotarse) adoptando un estilo de vida saludable y centrándote en prácticas como aumentar el ejercicio, añadir ciertos nutrientes a tu dieta, dormir lo suficiente y usar técnicas mentales específicas. Debes ser constante con estas prácticas para ver cómo tu resistencia mejora gradualmente con el tiempo.

El ejercicio es una forma fundamental de aumentar la stamina y la energía para que puedas alcanzar el máximo esfuerzo físico durante un período determinado.

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Los tipos de ejercicio que se han relacionado con una mayor resistencia incluyen los siguientes:

  • Actividad aeróbica: Estos ejercicios fortalecen el sistema cardiovascular y mejoran la circulación. Mejoran la salud general, lo que aumenta la stamina. Realizarlos con regularidad aumenta tu capacidad para llegar más lejos y entrenar con más intensidad, poco a poco. Ejemplos de ejercicio aeróbico incluyen trotar, nadar, bailar, remar y deportes de equipo como el fútbol.
  • Entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT): Implican breves ráfagas de actividad intensa, como correr, seguidas de varios segundos de una actividad de bajo impacto, como caminar, para mejorar eficazmente la resistencia.
  • Ejercicios isométricos: Conocidos como ejercicios estáticos, involucran mantener una posición fija (como una plancha o sentadilla contra la pared), lo que puede mejorar el rango de movimiento y ayudar a realizar las tareas mejor y durante más tiempo.
  • Yoga y meditación: Cuando se practican con regularidad, pueden reducir los niveles de estrés, mejorar el bienestar y aumentar la resistencia al ayudar a relajarse y recuperarse.

Los estudios demuestran que participar en un programa de entrenamiento puede tener los siguientes beneficios que aumentan indirectamente la stamina:

  • Reducción de la fatiga
  • Disminución de los niveles de estrés
  • Mejora del bienestar general

 

 

Fuente: Very Well Health