La danza es una actividad física que combina movimiento, ritmo y expresión, lo que la convierte en una excelente opción para cuidar tanto el cuerpo como la mente. Bailar no sólo fortalece el sistema cardiovascular, también contribuye al bienestar emocional y social.
Salud cardiovascular y resistencia física
Al bailar, el cuerpo realiza movimientos continuos que elevan la frecuencia cardíaca, mejorando la circulación y la oxigenación de los tejidos. La práctica regular de la danza ayuda a fortalecer el corazón, aumentar la resistencia y controlar la presión arterial, de forma similar a otros ejercicios aeróbicos como correr o nadar.
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Bienestar emocional y reducción del estrés
La danza también es un recurso terapéutico. Al combinar música y movimiento, favorece la liberación de endorfinas que reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo.
Además, permite expresar emociones, fomentar la creatividad y disminuir la ansiedad, lo que la convierte en un apoyo para la salud mental.
Practicar danza en grupo añade beneficios sociales, como el fortalecimiento de la confianza y el sentido de pertenencia. Así, bailar no sólo es un ejercicio físico completo, sino una experiencia que enriquece la salud emocional y la calidad de vida.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos