Las personas que usan antidepresivos enfrentan el riesgo de sufrir el síndrome de discontinuación, mismo que ocurre en las primeras 24 a 72 horas luego de suspender, y en ocasiones, al reducir las dosis. Los síntomas suelen ser leves y de corta duración, pero en algunas ocasiones, pueden ser intensos y generar problemas físicos y mentales.
Síntomas
- Mareos y vértigo.
- Sensación de pérdida del equilibrio.
- Problemas gastrointestinales como náuseas, vómito y diarrea.
- Fatiga.
- Dolores musculares y de cabeza.
- Escalofríos, temblores, insomnio o mucho sueño.
También existen síntomas psicológicos, como agitación, intranquilidad, ansiedad, irritabilidad, impulsividad, crisis de llanto, hiperactividad, disminución de la atención y la concentración, pensamiento enlentecido y tristeza.
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Es importante saber que no todos los pacientes presentan estos síntomas. Algunos factores que contribuyen a la aparición de este síndrome son la edad —más frecuente en adolescentes y jóvenes—, duración del tratamiento, dosis elevadas, retiro brusco y el tiempo de vida media del fármaco en la sangre.
Recomendaciones
Para reducir el riesgo, debes considerar que no es conveniente suspender el tratamiento sin la autorización de tu médico; tampoco se recomienda reducir la dosis, pues los síntomas podrían confundirse con una recaída.
Si tienes dudas respecto a tu medicación, consulta a un especialista en salud mental. No olvides preguntar sobre la interacción con otros medicamentos y los efectos secundarios.
Vía: Hola Doctor