Sin importar la edad, recibir una vacuna en el consultorio médico resulta una experiencia desagradable. Como adultos, existe la consciencia para asimilar que los beneficios son mayores que el dolor; sin embargo, para los niños es más complicado enfrentar el temor a las agujas.

La ansiedad ante cada visita médica puede provocar sufrimiento y ansiedad en los menores, causando un terror intermitente a los chequeos regulares. Afortunadamente, es posible mejorar la actitud de tu hijo y comenzar a calmar sus miedos, los cuales podrían perdurar hasta la adultez. Expertos de Family Doctor recomiendan utilizar las siguientes estrategias.

Antes de la cita

1. Cuéntale sólo lo que sea necesario. Si conoces los efectos secundarios de cierta vacuna, no es necesario que se lo cuentes. De igual forma, si no estás seguro de que en esa visita recibirá una inyección, evita predisponerlo.

2. Sé sincero. No le digas a tu hijo que las vacunas no duelen. Si el menor descubre que mentiste, podría perder la confianza en ti. Si pregunta, confiesa que el dolor sólo dura unos segundos.

3. No arruines su semana. No hay necesidad de decirle a tu hijo sobre la consulta médica con demasiada antelación, podrías provocarle ansiedad.

4. Relájate y sonríe. Si eres positivo, ayudarás a calmar su miedo. Deja que vea que no estás preocupado y mantente así aunque el menor entre en pánico.

Durante la cita

5. Distrae a tu hijo. Estudios han demostrado que el dolor de una vacuna se reduce cuando se distrae al niño. Permite que juegue con tu celular o algún otro aparato.

6. Promete un premio. En este tipo de situaciones sí puedes premiar al niño por su valentía. Podría ser una visita al parque o su comida favorita.

7. Colócale hielo en la zona. Pon hielo en la zona durante un minuto, justo antes de la inyección, con el fin de disminuir el dolor.

8. Ayúdalo a relajarse. Ponerse tenso es una manera segura de hacer que las vacunas se sientan más dolorosas. Alienta a tu hijo a relajar la zona en la que está recibiendo la vacuna.

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Después de la cita

9. Enfría la zona. Para ayudar a controlar el dolor, puedes poner hielo sobre el área durante 10 minutos. Si descubre que el dolor dura poco, ganará confianza para citas posteriores.

10. Felicita su valentía. Hazle saber que fue muy valiente, principalmente si es un niño pequeño. Refuerza los beneficios que obtendrá gracias a su valor y felicítalo.

 

Vía: FamilyDoctor.org