La anemia aparece ante la deficiencia de vitamina B12, ácido fólico y hierro; pese a ello, la solución no está en ingerir alguno de estos suplementos sin identificar el origen del padecimiento, pues podrÃan surgir otras complicaciones para la salud.
De acuerdo con Javier Perea DÃaz, investigador adscrito a la División de Genética del Centro de Investigación Biomédica de Occidente del IMSS Jalisco, la anemia surge como un sÃntoma de alguna patologÃa.
«Por lo regular, esta condición va acompañada de estados de cansancio, debilidad, dolor de cabeza, pérdida de peso, entre otros sÃntomas. Esto es cuando está asociada a una deficiencia de hierro, variante que llega a afectar primordialmente a las mujeres con alrededor de 15%», indicó.
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La anemia se encuentra Ãntimamente asociada a deficiencias nutricionales, aunque en algunos casos puede deberse a factores hormonales y reproductivos.
«Si el origen no es nutricional podemos caer en el error de sobre dotar de hierro al paciente, lo cual, como cualquier metal, tiene que buscar su cauce y puede originar otras complicaciones, incluso daños orgánicos, si es que en realidad la persona no necesita una dosis adicional», advirtió.
Además de la anemia ligada a una deficiencia, o aquella hormonal, también existe una con origen genético, —talasemias—, la cual suele detectarse de forma casual en el paciente, pues no ocasiona ningún sÃntoma.
«Este tipo de anemia promueve la destrucción de glóbulos rojos y en sus variantes más graves puede ocasionar que el paciente requiera de frecuentes transfusiones sanguÃneas», señaló.
Es fundamental tener un diagnóstico oportuno, con el fin de incrementar los niveles de glóbulos rojos. Acude con un especialista para conocer tu estado de salud, asà como para saber si requieres suplementos, como ácido fólico u otro tipo de vitaminas.
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