El riesgo de infecciones urinarias, de presentar hemorroides y de constipación, aumentan si no tienes una buena hidratación durante tu embarazo.
Cuando se está gestando tu bebé ocurren cambios que afectan a tu cuerpo, y lo ideal es crear las mejores condiciones tanto para ti como para el bebé, con el fin de llegar al parto sin complicaciones y después, para tener un periodo de lactancia exitoso.
Algunos de los cambios que aparecen durante el ciclo reproductivo incluyen el incremento en la cantidad y distribución del agua corporal, y en consecuencia un aumento en la cantidad del vital lÃquido que se necesita. El agua que se incorpora al cuerpo en el embarazo va desde los cuatro hasta los ocho litros.
La sugerencia de diferentes instancias de salud sobre el consumo de agua durante el embarazo varÃa mucho, y va de los 2 a los 3.1 litros diarios, hecho que dependerá de la recomendación del médico. Algunas de las consecuencias que tiene una hidratación inadecuada en el embarazo son: dificultad para eliminar las heces y la formación de hemorroides por esa causa; reducción o aumento de los volúmenes de orina, lo cual incrementa el riesgo de infecciones de vÃas urinarias; y disminución en la producción de lÃquido amniótico, que pondrÃa en riesgo al bebé.
El agua simple potable es capaz de satisfacer las necesidades de lÃquidos de las mujeres embarazadas, sin olvidarse que los alimentos también la proporcionan.
Asimismo, la leche es buena fuente de agua y de calcio, siendo este último muy importante en la formación y mineralización de los dientes y el esqueleto del bebé. Por ello es recomendable que la leche que consumas sea semidescremada o descremada.
Si estás embarazada, lo más recomendable es que reduzcas el consumo de bebidas con cafeÃna, ya que puede cruzar la barrera placentaria y el feto tendrÃa una capacidad limitada para metabolizarla y eliminarla, pues lo harÃa muy lentamente. Sin embargo, dos tazas o menos de café (300 miligramos) no implican en sà un riesgo.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de aspartame, acesulfame–K, neotame, sucralosa y estevia con sus derivados, pues los consideró seguros durante el embarazo, asà que además del agua, es posible consumir bebidas con edulcorantes no calóricos, pero debe hacerse de forma moderada.
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