La temporada navideña es una excelente oportunidad para convivir en familia y realizar actividad física sin necesidad de rutinas formales. Integrar movimiento a las celebraciones ayuda a equilibrar los excesos, mejora el estado de ánimo y fortalece los vínculos. 

¿Qué puedes hacer?

1. Caminatas familiares para disfrutar la decoración

Salir a caminar juntos para ver luces y adornos navideños es una opción sencilla y accesible. Estas caminatas favorecen la circulación, estimulan la convivencia y permiten mantenerse en movimiento sin sentirlo como ejercicio, especialmente después de comidas abundantes.

2. Juegos activos en casa o al aire libre

Incorporar juegos que impliquen movimiento beneficia a todas las edades. Actividades como escondidas, fútbol ligero, relevos o juegos con pelota ayudan a activar el cuerpo y a liberar energía, fomentando la participación de niños y adultos.

3. Baile navideño en familia

La música es parte esencial de estas fechas. Bailar canciones navideñas promueve la actividad cardiovascular, mejora el ánimo y convierte el ejercicio en un momento de diversión compartida, ideal para espacios cerrados o reuniones en casa.

4. Actividades de apoyo doméstico con movimiento

Preparar la casa para las celebraciones también cuenta. Decorar, ordenar, envolver regalos o limpiar en conjunto implica movimiento constante y refuerza la colaboración familiar, además de reducir el sedentarismo.

5. Retos familiares de actividad diaria

Plantear pequeños retos mantiene la motivación. Proponerse metas como acumular pasos, hacer estiramientos diarios o dedicar unos minutos al movimiento cada día fortalece el hábito activo, incluso durante periodos festivos.

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Incorporar actividad física a las celebraciones navideñas es una forma sencilla de cuidar la salud sin restar disfrute. Compartir movimiento, risas y tiempo de calidad en familia ayuda a mantener el equilibrio físico y emocional durante estas fechas, haciendo de la actividad un recuerdo más de la temporada.

 

Fuente: Mayo Clinic