La granola ha sido considerada desde hace tiempo como un «alimento saludable», pero la mayoría de las versiones envasadas ofrecen mucho más que solo avena nutritiva. Muchas están cubiertas de chocolate, mezcladas con trozos confitados o glaseadas con edulcorantes. El tamaño de las porciones de granola también puede ser engañoso. Las etiquetas suelen indicar una porción de 1/3 a 1/2 taza, pero es fácil verter más a ojo.

Las barras de proteína pueden caer en la misma trampa. Dependiendo del tipo de proteína utilizada, podrían no ofrecer mucho valor nutricional. Muchas recurren a edulcorantes artificiales para reducir el azúcar añadido, lo que puede causar molestias gastrointestinales en algunas personas, y los estudios al respecto sugieren que quizás no sean ideales según las necesidades de salud de cada persona.

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Por ello, preparar granola o barras en casa te brinda un mayor control. Hornear avena con ingredientes sencillos ayuda a evitar los azúcares añadidos, permitiendo que en su lugar utilices fruta para endulzar; y los frutos secos picados pueden aumentar la proteína sin rellenos adicionales.

Si prefieres las opciones compradas en tienda, lee atentamente las etiquetas y elige productos con la mínima cantidad de ingredientes. En lugar de comer un tazón lleno de granola o una barra entera, espolvorea una pequeña cantidad sobre yogur griego para darle sabor y un toque crujiente.

 

Fuente: Very Well Health