Los embutidos procesados, los fiambres y las salchichas curadas, como la mortadela, las salchichas asadas, las salchichas tipo hot dog y el pepperoni, suelen tener un mayor contenido de grasas saturadas, sodio y conservadores. Aunque estos alimentos pueden consumirse ocasionalmente, no deberían formar parte de tu dieta diaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las carnes procesadas como carcinógenos del Grupo 1, lo que significa que existe evidencia sólida que las vincula con ciertos tipos de cáncer.
Por ello y para reducir el riesgo, es fundamental que limites el consumo de estas opciones a ocasiones esporádicas y elijas alternativas más magras y menos procesadas siempre que sea posible, como la pechuga de pavo o la pechuga de pollo.
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Advertencia: Listeria en los fiambres
Incluso refrigerados, los fiambres pueden contener Listeria monocytogenes, una bacteria dañina que causa enfermedades graves. Para reducir el riesgo, consume los fiambres en un plazo de tres a cinco días, mantén el refrigerador a menos de 4 °C y recalienta los fiambres a 74 °C antes de consumirlos si estás embarazada, tienes más de 65 años o posees un sistema inmunitario debilitado.
Fuente: Very Well Health







