La vitamina C (ácido L-ascórbico) es un potente antioxidante que desempeña un papel esencial en la salud articular y la función inmunitaria, lo que puede beneficiar a las personas con artritis. Cada vez más investigaciones sugieren que esta vitamina es capaz de aliviar el dolor, reducir la inflamación y proteger contra el daño del cartílago asociado con la artritis reumatoide (AR) y la osteoartritis (OA).

La AR, una enfermedad autoinmune, es el resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunitario en el que las células sanas son atacadas por error, causando inflamación e hinchazón en las articulaciones afectadas. La OA, por lo general denominada artritis por desgaste, se caracteriza por un deterioro gradual de las articulaciones.

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Aunque son afecciones distintas, ambas provocan dolor articular que, según las investigaciones, podría beneficiarse de una ingesta adecuada de vitamina C. Dicha vitamina puede proteger contra el desarrollo y la progresión de la OA y la AR por diversas razones:

  • Es un potente antioxidante que combate las moléculas que desencadenan la inflamación articular.
  • Actúa como cofactor en la síntesis de colágeno, la principal proteína del tejido articular y el hueso.
  • Contribuye a combatir las infecciones y puede controlar la inflamación asociada a ellas, que puede desencadenar brotes de artritis.

Sumado a lo anterior, la vitamina C parece moderar la respuesta autoinmune en la artritis reumatoide y ayudar a prevenir el empeoramiento de esta enfermedad crónica.

 

Fuente: Very Well Health