La caída del cabello después de una cirugía suele deberse al estrés de la misma, a deficiencias nutricionales relacionadas con ella o a ambos. Hasta el 80% de las personas experimentan ansiedad antes de una cirugía. Los procedimientos quirúrgicos, sobre todo aquellos que afectan al sistema digestivo, como la cirugía para bajar de peso, pueden producir pérdida de apetito que impide una nutrición adecuada, lo que a su vez puede contribuir a la caída del cabello.

El efluvio telógeno es una forma común de caída del cabello asociada a la cirugía. Suele presentarse como resultado de lo siguiente:

  • Estrés: El estrés físico (debido a un traumatismo quirúrgico) o el estrés psicológico asociado al procedimiento pueden aumentar el cortisol (una hormona del estrés), lo que impide el crecimiento de los folículos pilosos, dando como resultado una caída excesiva del cabello.
  • Deficiencia de nutrientes: Las cirugías pueden afectar la nutrición, particularmente aquellas que afectan al sistema digestivo, como la cirugía para bajar de peso. Cuando la alimentación se ve afectada, no siempre es posible obtener los nutrientes necesarios para que el cuerpo sane. Sin suficientes nutrientes, los folículos pilosos entran en la fase de reposo (telógena) de forma prematura y el cabello se cae. 

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Asimismo, varios estudios han demostrado que la anestesia general utilizada durante la cirugía puede incrementar el riesgo de desarrollar alopecia areata (AA). Dicha afección autoinmune provoca una pérdida de cabello irregular, que puede variar de leve a grave. La buena noticia es que existen opciones de tratamiento.

RECUERDA: La caída del cabello relacionada con la cirugía suele ser temporal, comienza dos o tres meses después de la cirugía y vuelve a crecer unos meses después. Sin embargo, puede tardar un año o más en volver a crecer por completo.

 

Fuente: Very Well Health