El 90% de las personas en países como Estados Unidos consumen demasiada sal, la principal fuente de sodio del cuerpo. Aunque muchas personas no experimentan síntomas notables, consumir demasiada sal puede causar daños a largo plazo en forma de hipertensión (presión arterial alta), una condición que afecta a cinco de cada diez adultos en ese país.

Los dolores de cabeza son un posible síntoma de niveles crónicamente altos de sodio. La causa del dolor no siempre está del todo clara, pero se cree que la deshidratación influye. El dolor de cabeza en sí se describe comúnmente como sordo y opresivo. También puede haber síntomas neurológicos como mareos, irritabilidad y confusión mental (sensación de agotamiento mental e incapacidad para concentrarse).

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La presión arterial elevada en sí no suele causar dolores de cabeza, a menos que esté relacionada con una emergencia médica conocida como crisis hipertensiva. En esos momentos, puede presentarse un fuerte dolor de cabeza acompañado de vómitos, dolor en el pecho y convulsiones cuando la presión arterial es superior a 180/120.

Dicho esto, algunos estudios sugieren que reducir el consumo de sal puede ayudar a las personas con hipertensión que experimentan dolor de cabeza crónico. De acuerdo con una investigación del año 2016, una dieta baja en sodio ayudó a reducir el riesgo de dolores de cabeza en un 41% en un grupo de adultos mayores con presión arterial alta mal controlada.

 

Fuente: Very Well Health