Dormir bien no es sólo una necesidad básica, es un proceso vital que permite al organismo repararse, fortalecer el sistema inmunológico y mantener el equilibrio emocional. Durante el descanso, el cuerpo realiza funciones esenciales que no pueden llevarse a cabo mientras estamos despiertos.
Beneficios físicos del descanso
Mientras dormimos, los músculos se regeneran, los tejidos se reparan y se equilibran las hormonas que regulan el apetito, el crecimiento y el estrés. Además, un sueño adecuado mejora la memoria, la coordinación y el rendimiento físico, aspectos clave para una vida activa y saludable.
Impacto en la salud mental
El descanso influye directamente en la estabilidad emocional y la capacidad de concentración. Dormir poco puede aumentar la irritabilidad, la ansiedad y el riesgo de depresión. Por el contrario, un sueño reparador favorece el buen ánimo y ayuda a manejar mejor las situaciones de estrés diario.
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Dedicar tiempo al descanso no es perder tiempo, es invertir en bienestar. Prioriza tus horas de sueño, establece una rutina relajante antes de dormir y desconéctate de los dispositivos electrónicos. ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán cada día!
Fuente: Mayo Clinic







