,

El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres. Aunque no se puede prevenir por completo, ciertos factores del estilo de vida, como incorporar entrenamiento de fuerza a la rutina, pueden ayudar a reducir el riesgo.

Los especialistas destacan que existe amplia evidencia que respalda que dicho entrenamiento y ​​un desarrollo muscular óptimo son esenciales, no solo para reducir el riesgo de cáncer, sino también para las pacientes diagnosticadas con cáncer.

Entonces, mantenerse físicamente activa puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y mejorar los resultados tras el diagnóstico. Asimismo, desarrollar masa muscular puede ayudar a liberar más «moléculas anticancerígenas» durante la activación muscular.

Conoce más: Cáncer de mama y ejercicio, información clave que debes conocer

Según los expertos, cuanto más músculo tengamos, mejor funcionará nuestro metabolismo y mejor optimizaremos nuestra salud en general.

Las evidencias más recientes sugieren que comenzar un entrenamiento de resistencia durante la edad adulta temprana puede ofrecer beneficios protectores contra el cáncer de mama.

Por ejemplo, un nuevo estudio asoció el entrenamiento de resistencia con un 52% menos riesgo de cáncer de mama en adultos jóvenes, en comparación con quienes nunca levantaron pesas.

El entrenamiento de fuerza puede ayudar a regular las hormonas, fortalecer el sistema inmunitario, mantener el peso, reducir la inflamación y preservar la salud ósea y muscular.

Con base en lo anterior, si deseas empezar un entrenamiento de fuerza, consulta a tu médico antes de iniciarlo.

 

Fuente: Very Well Health