El hierro es un nutriente clave para el crecimiento, el desarrollo y la producción de glóbulos rojos. Los hombres adultos necesitan 8 miligramos (mg) de hierro al día, pero las mujeres adultas requieren entre 18 y 27 mg, dependiendo de su edad, de si están embarazadas y de la etapa de su embarazo.

Las mujeres gestantes, con menstruaciones abundantes o que han perdido mucha sangre por una cirugía o un accidente poseen un mayor riesgo de padecer anemia ferropénica. Esta afección puede provocar un aumento de las infecciones, así como de problemas de memoria, fatiga, debilidad y problemas gastrointestinales.

Ciertas condiciones médicas, como los trastornos gastrointestinales, el cáncer y la insuficiencia cardíaca, pueden hacer más difícil que satisfagas tus necesidades de hierro. Sin embargo, muchas personas que no padecen dichas afecciones también corren el riesgo de experimentar deficiencia de hierro.

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Por ello, los expertos subrayan que esto refleja un importante problema de salud pública que generalmente pasa desapercibido.

RECUERDA: El calcio y la cafeína pueden interferir con la absorción de hierro, por lo que es mejor evitar combinar alimentos como la leche o el café directamente con comidas ricas en hierro.

De todas formas, la moderación es la clave. Si comes yogur griego con semillas de calabaza ricas en hierro, puedes compensar los problemas de absorción añadiendo fresas para obtener una dosis de vitamina C.

 

Fuente: Very Well Health