Las articulaciones permiten movernos con facilidad, pero con el tiempo pueden desgastarse por el envejecimiento, lesiones o malos hábitos. Adoptar rutinas saludables ayuda a mantenerlas fuertes, flexibles y libres de dolor.
1. Mantén un peso saludable
El exceso de peso ejerce presión constante sobre las articulaciones, especialmente en rodillas, caderas y espalda. Controlar tu peso reduce el desgaste del cartílago y previene enfermedades como la osteoartritis.
2. Realiza actividad física regular
El movimiento fortalece los músculos que protegen las articulaciones y mejora su flexibilidad. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son ideales porque ejercen bajo impacto y ayudan a mantenerlas móviles.
3. Cuida tu alimentación
Consumir alimentos ricos en omega-3, calcio y vitamina D favorece la salud articular y ósea. Incluye pescados grasos, frutas, verduras, lácteos bajos en grasa y frutos secos para reducir la inflamación y nutrir los tejidos.
4. Evita el sedentarismo y las posturas inadecuadas
Permanecer mucho tiempo sentado o en una misma posición puede causar rigidez y dolor. Levántate cada hora, estira el cuerpo y asegúrate de mantener una buena postura al sentarte o levantar objetos.
5. Protege tus articulaciones durante el ejercicio
Calentar antes de entrenar y usar el equipo adecuado previene lesiones. Escucha a tu cuerpo, evita sobreesfuerzos y permite tiempo de recuperación para no dañar los tejidos articulares.
Conoce más: Estrategias para cuidar las articulaciones y prevenir lesiones
Adoptar estos hábitos fortalecerá tus articulaciones, reducirá molestias y mejorará tu movilidad a largo plazo. ¡Muévete con cuidado y constancia, tu cuerpo te lo agradecerá!
Fuente: Mayo Clinic