Las cefaleas (dolores de cabeza) tensionales frecuentes ocurren de una a catorce veces al mes en promedio. Aunque se desconoce la causa exacta de las cefaleas tensionales, los expertos sospechan que intervienen varios factores, como la rigidez muscular, el estrés, la mala postura, los problemas de sueño y la deshidratación.
1. Tensión muscular
La tensión muscular en la zona de la cabeza y el cuello parece desempeñar un papel clave en el desarrollo de las cefaleas tensionales.
Diversos estudios han demostrado que las personas con cefaleas tensionales presentan una respuesta de dolor exagerada al aplicar presión en puntos específicos (puntos gatillo) en los músculos de la cabeza, el cuello, los hombros y el cuero cabelludo.
Este dolor muscular puede describirse como «sensibilidad», «molestia muscular» o «rigidez», y empeora a medida que las cefaleas tensionales se vuelven más intensas y frecuentes.
La tensión muscular en la zona de la cabeza y el cuello puede ser provocada o exacerbada por:
- Estrés
- Mala postura
- Fatiga o sobreesfuerzo
- Condiciones que afectan a los músculos o articulaciones de la mandíbula (p. ej., trastorno temporomandibular)
- Bruxismo
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2. Estrés
El estrés es un factor clave que contribuye a las cefaleas tensionales frecuentes.
Los tipos de estrés incluyen:
- Estrés físico: Puede ser provocado por una lesión, una enfermedad crónica o la exposición a la luz solar intensa, ruidos fuertes o temperaturas extremas.
- Estrés emocional: Es una tensión psicológica que puede manifestarse como emociones intensas y abrumadoras como miedo, ira, preocupación o tristeza.
- Estrés cognitivo: Es una tensión mental que puede provenir de la presión laboral o escolar y puede manifestarse como dificultad para concentrarse y pensar demasiado. Aunque no se ha dilucidado a plenitud, se cree que el estrés puede desencadenar o empeorar una cefalea tensional mediante una o más de las siguientes vías:
- Tensión de los músculos de la cabeza, el cuello y los hombros
- Liberación de hormonas como el cortisol (hormona del estrés) y la noradrenalina, que aumentan la sensibilidad de las vías del dolor en el sistema nervioso central.
- Hipersensibilidad de las terminaciones nerviosas sensibles al dolor cerca de los músculos y los tejidos blandos de la cabeza, el cuello y los hombros.
Fuente: Very Well Health