La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere y puede afectar tanto a niños como a adultos. Detectar sus señales tempranas es esencial para prevenir complicaciones y mantener el equilibrio adecuado en el organismo.

Síntomas físicos iniciales

Entre las primeras señales se encuentran la sensación de sed intensa, sequedad en la boca, labios agrietados y reducción en la producción de orina, la cual suele ser más oscura de lo normal. También pueden aparecer dolores de cabeza leves y fatiga.

Cambios en el rendimiento y el ánimo

La falta de líquidos afecta la concentración y el estado de ánimo. Sentirse mareado, con poca energía, irritable o con dificultad para concentrarse puede indicar que el cuerpo necesita hidratación.

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Señales en niños y adultos mayores

En los más pequeños, la deshidratación se puede notar en llanto sin lágrimas, irritabilidad y menos pañales mojados de lo habitual. En adultos mayores, la piel puede perder elasticidad y presentarse confusión leve.

Prestar atención a estas señales y reponer líquidos con agua o bebidas naturales, evitando refrescos y alcohol, es clave para recuperar el equilibrio del cuerpo a tiempo.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos