Mantener un peso saludable no significa someterse a dietas estrictas. Adoptar hábitos sostenibles en la vida diaria permite cuidar la salud sin caer en restricciones innecesarias. Aquí te comparto algunos consejos prácticos.

1. Escucha las señales de tu cuerpo

Prestar atención a la sensación de hambre y saciedad es fundamental. Comer solo cuando el cuerpo lo pide y detenerse al sentirse satisfecho ayuda a regular el peso naturalmente.

2. Prioriza alimentos frescos y variados

Optar por frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras mejora la calidad de la dieta. Una alimentación basada en alimentos naturales aporta más nutrientes y menos calorías vacías.

3. Mantente activo cada día

No es necesario un entrenamiento intenso. Caminar, subir escaleras o realizar estiramientos diarios contribuye a quemar energía y mantener el metabolismo activo.

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4. Bebe suficiente agua

Muchas veces la sed se confunde con hambre. Mantener una buena hidratación favorece la digestión y ayuda a evitar el consumo excesivo de calorías.

5. Duerme bien y reduce el estrés

El descanso adecuado y la gestión del estrés son clave. Dormir poco o vivir en constante tensión puede aumentar el apetito y favorecer el aumento de peso.

Adoptar estos hábitos permite mantener un peso estable a largo plazo, sin necesidad de recurrir a dietas estrictas o soluciones rápidas.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos