Vivimos rodeados de sonidos: tráfico, música a alto volumen, aparatos electrónicos o maquinaria. Aunque a veces parezcan inofensivos, la exposición continua al ruido puede tener efectos negativos en nuestra salud, incluso si no lo notamos de inmediato.
¿Qué efectos provoca el ruido en el cuerpo?
El ruido excesivo no solo molesta, también activa mecanismos de estrés en el organismo, elevando los niveles de cortisol y adrenalina. Esto puede desencadenar problemas como:
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Aumento de la presión arterial.
- Alteraciones en el ritmo cardíaco.
- Tensión muscular.
- Dificultades para dormir.
Con el tiempo, puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo si el ruido es constante y no hay espacios de recuperación.
¿Y cómo afecta a la mente?
El ruido también interfiere con nuestra concentración, rendimiento laboral y bienestar emocional. La exposición continua puede causar:
- Irritabilidad y ansiedad.
- Problemas de memoria y atención.
- Trastornos del sueño.
- Fatiga mental.
En niños y adultos mayores, los efectos pueden ser aún más evidentes, afectando su desarrollo, aprendizaje o calidad de vida.
Conoce más: Ruido sordo en el oído, ¿qué lo causa y cuál es su función?
¿Cómo protegerte del ruido?
Aunque no siempre es posible evitar el ruido por completo, puedes tomar medidas para reducir su impacto:
- Evita exponerte a sonidos intensos por periodos prolongados.
- Usa tapones o auriculares con cancelación de ruido si vives en zonas ruidosas.
- Crea espacios tranquilos en casa para descansar o concentrarte.
- Establece rutinas sin aparatos encendidos, sobre todo antes de dormir.
- Valora el silencio como parte del autocuidado diario.
La salud auditiva va más allá del oído. Reducir la exposición al ruido mejora el descanso, disminuye el estrés y protege tu bienestar físico y mental.
Fuente: Organización Mundial de la Salud