Sentir sueño durante el día de forma ocasional es normal, especialmente si no has dormido bien. Sin embargo, cuando la somnolencia diurna se vuelve frecuente o excesiva, puede ser señal de un problema de salud que va más allá del simple cansancio.
Trastornos del sueño no diagnosticados
Uno de los motivos más comunes es la presencia de trastornos como la apnea del sueño o el insomnio crónico, que impiden un descanso reparador durante la noche. Aunque la persona crea haber dormido lo suficiente, su cuerpo no ha descansado adecuadamente.
Medicamentos y otras sustancias
Ciertos medicamentos pueden provocar efectos sedantes o alterar el ciclo natural del sueño, generando somnolencia durante el día. También el consumo de alcohol o de cafeína en exceso puede interferir con el descanso nocturno y afectar tu nivel de alerta.
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Enfermedades y afecciones médicas
Algunas enfermedades, como la hipotiroidismo, depresión, diabetes o insuficiencia hepática, pueden provocar fatiga y somnolencia como uno de sus síntomas principales. En estos casos, el sueño diurno es solo una manifestación de un problema de salud más complejo.
Estilo de vida poco saludable
Dormir a deshoras, llevar una dieta deficiente, el sedentarismo y el estrés constante desequilibran el ritmo circadiano y afectan la calidad del sueño. Estos factores pueden hacer que el cuerpo no se recupere del todo, generando somnolencia al día siguiente.
Sentirse somnoliento todo el día no debe considerarse normal. Identificar la causa específica es clave para mejorar tu calidad de vida y prevenir posibles complicaciones de salud. Si la somnolencia persiste, consulta con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos