La respiración es una función automática del cuerpo, pero cuando se hace de forma consciente, puede convertirse en una herramienta poderosa para mejorar la capacidad pulmonar y promover una mejor salud respiratoria. En esta nota te decimos cómo fortalecer tus pulmones.

Beneficios de la respiración consciente

Practicar respiraciones profundas y controladas puede ayudarte a:

  • Aumentar la oxigenación del cuerpo.
  • Fortalecer los músculos respiratorios.
  • Reducir el estrés, que a menudo afecta el ritmo respiratorio.
  • Mejorar la eficiencia pulmonar, sobre todo si hay antecedentes de enfermedades respiratorias o sedentarismo.
  • Con el tiempo, este tipo de ejercicios también puede ayudar a tener una respiración más lenta y profunda durante el día, incluso en reposo.

Ejercicios simples para comenzar

  1. Respiración diafragmática: Acuéstate o siéntate cómodamente. Coloca una mano sobre el pecho y otra en el abdomen. Inhala lentamente por la nariz y permite que se eleve el abdomen, sin mover el pecho. Exhala despacio por la boca. Hazlo durante 5 a 10 minutos al día.
  2. Respiración 4-7-8: Inhala contando hasta 4, mantén el aire 7 segundos y exhala lentamente en 8 segundos. Este patrón mejora el control respiratorio y calma el sistema nervioso.
  3. Respiración con labios fruncidos: Inhala por la nariz y exhala por la boca con los labios fruncidos (como si soplaras una vela). Este ejercicio es útil para mejorar la capacidad pulmonar y liberar aire atrapado en los pulmones.

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Un hábito con impacto duradero

Dedicar unos minutos al día a la respiración consciente puede marcar una gran diferencia en tu bienestar. Es una práctica segura, accesible y efectiva, incluso para personas con asma, EPOC o que están recuperándose de infecciones respiratorias.

 

Fuente: American Lung Association