La depresión situacional es un término que describe la depresión que se produce como respuesta a un evento específico. Un evento desencadenante suele ser un acontecimiento que altera la vida, como un divorcio, un fallecimiento, una enfermedad reciente, una mudanza, un trauma, la pérdida del empleo, problemas financieros y muchas otras posibilidades.
La depresión situacional también se conoce como trastorno de adaptación con estado de ánimo depresivo.
No es un diagnóstico formal incluido en el DSM-5 (la herramienta más reciente para el diagnóstico de trastornos mentales, también conocido como «Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales: Quinta Edición»). De todas formas, es un fenómeno ampliamente reconocido en la comunidad de la salud mental.
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Síntomas
La depresión situacional puede afectar la forma en la que una persona se siente y piensa sobre sí misma y sobre el mundo exterior. Asimismo, puede afectar su comportamiento y sus acciones.
Los síntomas de la depresión situacional suelen incluir:
- Sentirse extremadamente triste o desesperanzado(a)
- Llorar frecuentemente
- Dificultad para concentrarse
- Pérdida de interés en cosas que antes disfrutabas
- Sentirse estresado(a), preocupado(a), ansioso(a) o abrumado(a)
- Insomnio (dificultad para dormir)
- Disminución del apetito
- Falta de interés en socializar
RECUERDA: La depresión situacional comienza dentro de los tres meses posteriores a un evento estresante y no dura más de seis meses después de que el estrés o sus consecuencias hayan desaparecido.
Fuente: Very Well Health