Si los músculos del suelo pélvico se dañan, se debilitan o se tensan demasiado, puedes experimentar pérdidas de heces u orina, asà como problemas con la función sexual. La cirugÃa de próstata, las lesiones pélvicas, los tratamientos contra el cáncer, el envejecimiento y el tabaquismo pueden debilitar los músculos del suelo pélvico.Â
Si este es tu caso, una buena opción es la fisioterapia para el suelo pélvico. La mayorÃa de las sesiones de este tipo de fisioterapia comienzan con una conversación sobre tu historial médico y el nivel de dolor.
Concretamente, los fisioterapeutas hablan de asuntos más personales con los pacientes, como la función sexual y los hábitos intestinales y urinarios, solo para ver qué tan bien funcionan sus músculos.
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A partir de ahÃ, el profesional puede revisar tu cadera, espalda y pelvis para comprobar tu fuerza y ​​flexibilidad. Después, puede realizar un tacto rectal interno para comprobar si hay disfunción o debilidad muscular.
Si durante el examen observan que los músculos están demasiado tensos y existe tensión, hablarán sobre cómo realizar terapia manual y ejercicios para liberar esa tensión, lo que deberÃa disminuir el dolor para que puedas volver a realizar tus actividades, como sentarte, caminar o practicar deportes sin dolor. Consulta con tu profesional de la salud si te preocupa el examen interno. Algunos fisioterapeutas especializados en suelo pélvico pueden examinar los músculos mediante un examen externo.
Para evaluar el funcionamiento del suelo pélvico, estos expertos pueden palpar el perineo y pedirle al paciente que contraiga los músculos del suelo pélvico para evaluar la fuerza y ​​la duración de la contracción, asà como para determinar si se compensan con otros músculos, como los abdominales o los de la cadera.
Fuente: Very Well Health